Cuando te quejas lo que estás haciendo es rumiar el problema, repetirlo en tu cabeza, despertar nuevamente esa sensación de malestar que te causa; y no sólo a ti, sino a los que te escuchan también. Al quejarte delante de los demás lo que haces es que unos se fastidien y te saquen el cuerpo, otros se alegren de lo mal que lo estás pasando y otros sientan pena o lástima por ti ¿De verdad eso quieres? Y si lo haces a solas ¿A quién crees que le haces daño? Pues a ti mism@. No te da cosita con "Timism@", que tiene que andar aguantándose tus quejas todo el día, todos los días? Seguramente también quiere salir corriendo, pero no puede. Cuando te vayas a quejar mejor cambia esas palabras por agradecimiento de lo bueno que sí tienes; porque te aviso: quejarse es no reconocer que las cosas buenas que posees o te suceden, superan las malas; es desagradecimiento. Si hay algo que de verdad te está molestando pues entonces pon manos a la obra para cambiarlo. Insisto igual que ayer; cambia tu vocabulario, para que cambie la frecuencia de tu mente y atraigas esas bendiciones que tanto esperas. LA QUEJA RETRASA TU BENDICIÓN!!! Vamos! Seguramente no todo en tu vida es un desastre, seguro que puedes sacar una lista con todo lo bueno que te rodea; hasta el poder escuchar la alharaca del vecino con "El Látigo" a todo timbal (Ojo, esa no es la canción del día ja ja ja ja). CESA LA QUEJA, EMPIEZA Y TERMINA TU DÍA CON UN AGRADECIMIENTO. Ahora sí, canción del día: "Errante", by: Los Betos. Feliz viernes pequeño.
Esta imagen me pareció tan acertada como triste
Y esta el paso a seguir:
Excelente reflexión
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