Hello, it's me... Por si me habían olvidado pues. Me disculpo por todos estos días de ausencia, pero no me encontraba muy bien de salud, sin embargo, ya estoy regia y lista para continuar. Me extrañaron? La verdad yo sí. Pero ajá, sin más preámbulos vayamos al tema del día.
Es inevitable no padecer en algún momento y sentirse dolido por la decepción por alguien, la ausencia de algo, la "tardanza" de un triunfo... Pero son pormenores de la vida; de hecho, el mismo Jesucristo dijo que mientras estuviéramos en la tierra tendríamos aflicción, así que la cosa es normal. Lo que no es normal es que te amargues y sufras por ello, ya que hay que aprender a dejar correr, así como corren los ríos por su cauce (se lo aprendí a alguien muy especial). Tenemos que aprender a tomar las cosas a nuestro favor. Piensa que muchas veces has tenido decepciones y pérdidas, y aunque creíste en el momento que se te acababa el mundo, luego te diste cuenta de que lo que sucedió fue lo mejor y que lo único que se te acabó fue el tiempo que gastaste llorando (bueno, de pronto sí ganaste: uno que otro kilo y arruga con esa sufridera). Así sucederá con lo que crees tú que es tu motivo para sufrir en este momento. Tienes dos opciones: Asimilar que las cosas no suceden como tú quieres sino como Dios lo dispone y que a la larga te beneficiará, y vivir tu vida como vaya viniendo; o, mortificarte y sufrir por algo sobre lo que no tienes poder y perder días de vida en llantos y amargura, y dejar que el mundo pase sobre ti, porque te cuento: aunque tú te estanques el mundo sigue girando. ¡Vamos ya! ES HORA DE CONTINUAR. CANCIÓN DEL DÍA: "Duermeme en tus brazos", by: Eugenio Siller. Feliz día. Dios contigo.
No olvides dejar tus comentarios y compartir =)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario