Tanto odio, rencor, dolor, tristeza, rabia y amargura... ¿Hasta cuándo vas a seguir con eso? El/la únic@ afectad@ estás siendo tú. ¡No puedes seguir así! A lo mejor dices que tu corazón está sano, que lo único que sientes es amor, pero cuando a alguien que te hizo daño le sucede algo malo dices: "No me alegro, pero me da un fresquito", pues, eso también es alegrarse! ¿A quién quieres engañar? Tal vez no te has dado cuenta, tal vez no te acuerdas, pero hay batallas que has librado que te han dejado heridas, aun desde pequeñ@, pero debes decirle a Dios que te las recuerde para que empieces la depuración de tu corazón, porque mientras tengas ese peso, esa espina escondida, nunca vas a ser feliz, siempre habrá algo que no sabrás qué es, pero que te causa angustia y no te deja levantar tu mirada para ver más allá lo que Dios te quiere mostrar. No es cuestión de ir donde un terapeuta que te diga que efectivamente tienes resentimientos y debes dejarlos; es disponer tu corazón con Dios para que sea sanado de raíz. No te mientas, no te engañes, sí te duele aunque digas que no, pero la buena noticia es que puede dejar de doler, puedes superarlo y vivir la vida que quieres de verdad, puedes tener un corazón en paz, libre de odio, de rencores y de dolor. Empieza hacer el ejercicio; nada cambia si tú no cambias, nada deja de molestarte si no decides soltarlo. Canción del día: "FourFiveSeconds", by: Rihanna ft. Kanye West y Paul McCartney. Feliz ombligo de semana.
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